Ellabell, Georgia. — Algunos trabajadores surcoreanos han regresado a la planta de baterías Hyundai-LG en Georgia, informó una fuente de la industria a AFP, tras la redada migratoria en la que autoridades estadounidenses detuvieron a unas 475 personas en septiembre, en su mayoría surcoreanos.

Según ICE, muchos detenidos habían excedido sus visas o laboraban con permisos que no autorizaban trabajos manuales. La operación fue la mayor redada en un solo sitio bajo la actual política migratoria del presidente Donald Trump.

La agencia Yonhap reportó que al menos tres de los trabajadores regresaron a EE. UU. el mes pasado para continuar sus asignaciones. La mayoría serían empleados de empresas subcontratistas.

Washington había autorizado el uso de visas B-1 para técnicos surcoreanos encargados de instalar y dar servicio a equipos en proyectos de inversión; sin embargo, varios de los detenidos trabajaban bajo este estatus. Seúl repatrió a los afectados y calificó el incidente de “desconcertante”, advirtiendo que podría afectar futuras inversiones.

Trump, por su parte, se deslindó del episodio y aseguró que los trabajadores extranjeros enviados a Estados Unidos son “bienvenidos”.