Una mujer de Wisconsin, que pesaba 850 libras y murió en casa de su madre, requirió de docenas de hombres para remover su cuerpo.

Cassandra Ortiz, quien falleció a finales de mayo, fue llamada un “alma hermosa” con “risa contagiosa” por su madre, Carolyn Alverio.

“No deseo lo que estamos pasando, no se lo deseo a nadie”, dijo Alverio a ‘Fox 6’. “No hay una funeraria que la aceptara”.

Después del fallecimiento de Ortiz, Alverio dijo que les tomó alrededor de 12 horas sacar a su hija de la casa.

“Entrar a esa habitación y seguir viéndola allí, y es como ‘Dios mío, ¿cuándo se llevarán a mi bebé de aquí?'”, dijo Alverio. “Necesitan sacarla de aquí”.

La funeraria Church & Chapel y los departamentos de bomberos y policía de Cudahy finalmente trasladaron a Ortiz.

“En ocasiones había entre 20 y 30 personas en esta casa tratando de ayudar a esta familia a enfrentar esta situación”, dijo Ted Larsen, el dueño de Church & Chapel Funeral Services.

Larsen le dijo al medio que no había un crematorio en el área de Milwaukee lo suficientemente grande como para cremar a Ortiz. Fue trasladada a Illinois, pero solo después de que su cuerpo permaneció en una camioneta durante la noche por razones de seguridad después de que se llamó al departamento de bomberos por un incendio.

“Después de haber estado tanto tiempo en la cama y tanto tiempo en la camioneta, incluso si quisiéramos, no podríamos hacer un funeral”, dijo la madre de Ortiz.

Alverio instó a otras familias a planificar los arreglos con anticipación para sus seres queridos.

Alverio sugirió que el estado de Wisconsin cree protocolos para situaciones como la de su hija, para que las familias que ya están lidiando con el dolor no tengan desafíos adicionales.