Las relaciones tóxicas generan estrés crónico, y el estrés crónico acelera el envejecimiento, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y puede reducir la esperanza de vida. La ciencia es clara: amar mal también daña la salud.
Cuando convives con manipulación, violencia psicológica o ansiedad constante, tu cuerpo entra en un estado de alerta permanente. Ese desgaste diario afecta tus células y acelera tu envejecimiento.
En pocas palabras: una relación tóxica no solo lastima tus emociones… también acorta tu vida.




