Lionel Messihizo lo que mejor sabe hacer: decidir partidos. En la victoria de Inter Miami2-1 sobre Atlanta United en la cuarta ronda de la MLS, la superestrella argentina entregó un gol impresionante que instantáneamente se convirtió en uno de los momentos más icónicos de la temporada. Un toque de clase, un movimiento que solo él podría realizar.

Mereció con creces el premio al Jugador del Partido, reafirmando su influencia en un equipo de Inter Miami que ahora lidera la Conferencia Este con 10 puntos después de cuatro partidos. Pero este juego no fue solo sobre Messi. Fue un affair emocionante de principio a fin, lleno de una conclusión loca, un super-sub que brilló, y un equipo de Inter Miami que cada vez se parece más a un contendiente por el título.

Messi, la superestrella que aparece en el mejor de los momentos

A solo 20 minutos, Messi decidió que era hora de tomar el asunto en sus propias manos. Y qué gol fue este. Como un depredador en la noche, se lanzó sobre un pase mal hecho de Atlanta, robó el balón a Bartosz Slisz y corrió hacia la defensa. En el camino, hizo caer a Derrick Williams con un regate implacable antes de picar el balón sobre Brad Guzan, quien solo pudo quedarse parado y maravillarse mientras el balón pasaba por encima de él. Un golpe de precisión, un destello de pura brillantez.

El objetivo del No. 10 llegó en su segundo partido de la MLS de 2025, días después de registrar dos asistencias en un empate 2-2 contra el New York City FC. Y para cualquiera que aún cuestionara su estado físico, tuvo la respuesta perfecta, Messi sigue siendo letal. En la Copa de Campeones de Concacaf, ya ha anotado tres goles, ayudando a llevar a Miami a los cuartos de final.